La palabra "innovación" dentro del marco educativo es bien conocida por las nuevas generaciones de maestros y profesores; la aprendimos en la facultad de magisterio. Nos la presentaron como una mejora de la forma de enseñar, pero era eso... mejorar lo que ya existía.
La innovación disruptiva que presenta Curtis Johnson propone romper de alguna forma con la educación anterior. La disrupción es una ruptura brusca. Hay que dejar atrás el modelo educativo vigente, creado por y para la Revolución Industrial.
Una comparación de innovación disruptiva con las cámaras de fotos:
Durante años, la cámara de fotos analógica cambio y mejoró sus características, hasta que un buen día surgió la cámara digital, que aunque en sus inicios no aportaba gran calidad a las fotografías, con el tiempo mejoró sus prestaciones. Fue una innovación disruptiva, un cambio brusco, el salto de la cámara analógica a la cámara digital.
¿Por qué es necesaria una innovación disruptiva en la educación?
El modelo vigente en el sector educativo está casi completamente desvinculado de la realidad del siglo XXI. Esto está produciendo una falta de interés y motivación en el alumnado que conduce a un abandono escolar, que en España dobla al Europeo ( un 28,4 % de abandono escolar en España, frente a un 14,2% en Europa).
El modelo educativo actual se compara con un autobús que va por una carretera hacia el instituto y que está programado para detenerse únicamente en ciertas paradas por un tiempo concreto, si alguien mira por la ventanilla y ve algo interesante, y pregunta si puede bajar para verlo mejor, le responderán que no, que no hay tiempo, hay que seguir el camino hacia la siguiente parada.
Para recuperar a estos alumnos desmotivados es necesario adaptar la enseñanza al ritmo de vida actual.
Según Curtis Johnson, el conocimiento en ubicuo: los alumnos pueden entrar en google para buscar una respuesta muy rápido; es cierto que tal vez no tenga el criterio para saber lo que deben buscar ni la sabiduría para valorar lo que encuentran, pero pueden acceder al conocimiento, no tenemos que dárselo.
El ideal de la educación siempre ha sido que sea individualizada, que atienda las pequeñas diferencias de cada individuo, pero esto es muy costoso. La innovación disruptiva, planteada como una plataforma en sí misma, no solo resulta factible, sino además asequible a la hora de personalizar la experiencia de aprendizaje.
El nuevo sistema aún está por definir, pero encontrará apoyo en el desarrollo de las nuevas tecnologías.
Se presupone una tendencia hacia la personalizacion. El alumno mismo elegíra la información con la que desee trabajar y administrará su ritmo de aprendizaje bajo la supervisión del tutor, quien habrá de seguir también el desarrollo emocional de sus estudiantes. El aula perderá su entidad física.
Fuente: Redes (TVE)
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